Temperaturas ideales para el servicio de vinos blancos, tintos, rosados, espumosos y licorosos.

Temperaturas ideales para el servicio de vinos blancos, tintos, rosados, espumosos y licorosos.

  • Categoría de la entrada:VINOS
  • Tiempo de lectura:3 minutos de lectura

BLANCOS

Hay una tendencia errónea a servir los vinos blancos demasiado fríos. El exceso de frío anestesia el paladar y aplaca los aromas. El frío resalta la frescura que aporta la acidez, sin embargo los blancos con cuerpo no permiten temperaturas muy bajas. Normalmente utilizamos fraperas con 1/3 de hielo y 2/3 de agua para mantener los vinos a la temperatura correcta. A continuación, las temperaturas sugeridas para cada estilo de vino.

– JÓVENES 6/7 grados

– POCA CRIANZA 8/9 grados

– CON ESTRUCTURA Y CRIANZA 9/11 grados

TINTOS

La idea de que el vino tinto debe servirse a temperatura ambiente no está más vigente. Fue correcta cuando se trataba de la temperatura ambiente de los antiguos castillos franceses. La temperatura de servicio del vino no debe superar los 18 grados. Por encima de esta temperatura, se siente más el grado alcohólico lo cual puede interferir en la degustación del vino. El frío excesivo por su parte aplaca los aromas, adormece las papilas gustativas y vuelve a los taninos más agresivos. Se debe buscar la temperatura adecuada de acuerdo a las características del vino, cuanto mayor cuerpo se recomienda bajar la temperatura para que el vino se exprese mejor. A continuación, destacamos las temperaturas sugeridas para cada tipo de vino.

TINTOS JÓVENES 13 a 14 grados

TINTOS CON POCA CRIANZA 14 a 16 grados

TINTOS DE CRIANZA CON ESTRUCTURA 16 a 18 grados

ROSADOS

Se sirven fríos porque se busca resaltar la frescura que otorga la acidez. La temperatura de servicio ideal de los rosados es de entre 9 y 13 grados.

ESPUMANTES

– Non vintage: Para espumantes de corte sin crianza, que combinan diferentes añadas y varietales se sugiere una temperatura de servicio de entre 6 y 8 grados.

– Vintage/ Espumosos con Crianza: Para espumantes de una añada y varietal excepcional específico, o con largas crianzas, se sugiere una temperatura de 8 a 12 grados, para obtener un mejor despliegue aromático. La temperatura no puede ser más elevada porque las burbujas se vuelven más agresivas.

LICOSOSOS

Los licorosos, encabezados o fortificados son los vinos a los cuales se les agregó alcohol vínico para aumentar su graduación alcohólica y por lo tanto también su estabilidad y vida útil.

LICOROSOS BLANCOS: De 10 a 12 grados.

LICOROSOS TINTOS: De 16 a 18 grados.

No da lo mismo a qué temperatura tomamos nuestro vino, es importante entender cómo la temperatura afecta las diferentes variables. De esta manera, de acuerdo al tipo de vino, podemos elegir la temperatura correcta de servicio.

– A mayor temperatura, se atenúan los taninos. Si se baja la temperatura, los taninos se sienten más amargos. Una menor estructura en el vino, permite bajar la temperatura.

– La crianza en barricas, además de otorgar una mayor complejidad al vino a nivel organoléptico, aporta taninos y estructura por lo cual se sugieren temperaturas más elevadas de servicio para vinos con crianza.

– A mayor temperatura, se atenúa el alcohol. Si la temperatura es baja, el alcohol se vuelve más molesto y volátil. Por este motivo, un menor nivel de alcohol en el vino permite bajar su temperatura.

– Con una temperatura baja, se destaca la acidez y el gas carbónico, lo cual favorece a los vinos blancos y espumantes. A mayor temperatura, el gas carbónico se vuelve agresivo.

– Una mayor temperatura, el vino despliega más aromas. Un exceso de frío aplaca los aromas y adormece las papilas gustativas.

Facebook Comments